El ácido úrico es un compuesto químico orgánico que pertenece al grupo de los ácidos orgánicos y se clasifica como un ácido monocarboxílico. Su fórmula química es C5H4N4O3. Está compuesto por cinco átomos de carbono (C), cuatro átomos de nitrógeno (N), tres átomos de oxígeno (O) y dos átomos de hidrógeno (H).
El ácido úrico es el producto final del metabolismo de las purinas, que son compuestos nitrogenados que se encuentran en ciertos alimentos y también se producen naturalmente en el cuerpo humano durante el proceso normal de descomposición de las células. Se forma en el hígado y se excreta principalmente a través de los riñones.
En concentraciones normales, el ácido úrico es soluble en agua y se elimina del cuerpo sin causar problemas. Sin embargo, niveles elevados de ácido úrico en la sangre pueden conducir a la formación de cristales de urato en las articulaciones y tejidos circundantes, lo que puede desencadenar ataques dolorosos de gota.
El ácido úrico también puede actuar como un antioxidante y desempeñar un papel en la protección del cuerpo contra el estrés oxidativo. Además, su presencia en la orina puede ser indicativa de ciertas condiciones médicas, como la litiasis urinaria (formación de cálculos renales).
El control de los niveles de ácido úrico en el cuerpo es importante para prevenir la formación de cristales y los problemas asociados con la gota. Esto generalmente se logra mediante cambios en la dieta, la reducción del consumo de alimentos ricos en purinas y, en algunos casos, mediante el uso de medicamentos que ayudan a reducir la producción o aumentar la excreción de ácido úrico.